Joel Embiid está rompiendo las barreras de su posición y la NBA no tiene todavía respuesta

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A lo largo del proceso previo al Draft de 2014, la mayor parte de expertos en la materia estaban de acuerdo en señalar que Joel Embiid era uno de los principales proyectos de aquella camada liderada por Andrew Wiggins y Jabari Parker. La inexperiencia y el historial de lesiones jugaron una carta muy importante en la evaluación de aquel gigante surgido de Camerún. No era para menos, pues hacía tan solo cuatro años que había descubierto el básquet y su evolución, si bien era ilusionante, también despertaba dudas. 

"¿Será otro Greg Oden?". "¿Quién necesita un interior cuando ahora apenas son útiles?". "¿Jugará algún día?". Estas, y muchas otras, fueron las preguntas más notables que entre 2014 y su debut en octubre de 2016 ante Oklahoma City Thunder ocupaban las conversaciones alrededor de Embiid. Bastó muy poco para constatar de qué tipo de jugador se trataba y lo especial que podía ser. No solo por lo que era capaz de hacer con la bola, sino por su actitud, su dedicación y su potencial de mejora. 

A golpe de lesión y restricciones de minutos Embiid fue progresando hasta el punto de terminar la temporada 2020-2021 como el segundo más votado para el MVP, un premio que perdió, en cierto modo, precisamente por sus ausencias. 

Meses después, los Philadelphia 76ers poco o nada tienen que ver con el equipo que terminó en lo alto de la Conferencia Este el curso anterior, fundamentalmente por la baja indefinida de Ben Simmons, el bajón de Tobias Harris y la pérdida de identidad defensiva.

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De hecho, el Embiid que estamos viendo en esta campaña es muy distinto al de hace un tiempo. Sin embargo, lo es en un sentido positivo, pues el africano ha conseguido elevar hasta un punto en el que se encuentra él solo en la cima. La cima de una montaña en la que está únicamente Embiid, pues no hay otro jugador de sus dimensiones físicas que haya sido capaz de realizar algo mínimamente similar sobre el parqué a lo que el nativo de Yaundé está haciendo.

Si la revolución ofensiva iniciada en 2015 venía a barrer a los interiores tradicionales de la faz del juego, Joel Embiid está demostrando que las etiquetas y el juego posicional no van con él. En efecto, es un center, pero se mueve como un escolta, un manejador de 2,13 de estatura y 127 kilos. Ágil como ninguno, habilidoso como un base y certero en aclarados como el mejor James Harden.

Con los mejores de la liga siempre surge la pregunta acerca de cómo pararlos, cómo frenarles ofensivamente y mitigar en cierto modo su impacto. Hasta el momento, no ha habido pruebas de que haya una figura interior en la actual NBA que pueda frenar a esta versión de Joel Embiid. Sin ir más lejos, solo Clint Capela (41,9%), Jakob Poeltl (42,9%) y LaMarcus Aldridge (42,9%) han logrado dejar por debajo de un 44% de acierto en tiros de campo al interior entre aquellos que le han defendido más de 50 posesiones. Colocándose en el otro extremo, figuras como PJ Washington (58,8%), Nick Richards (57,1%) o Daniel Theis (55,2%).

Grandes, pequeños o de tamaño medio, nadie resiste de manera continuada el nivel ofensivo que el jugador de los Sixers está desplegando. Algo que se debe a que progresivamente ha ido abandonando su condición de center o interior hasta alcanzar un estadio aposicional.

Intratable en las transiciones

Embiid

Si hubo algo que caracterizó el dominio de Giannis Antetokounmpo en sus dos MVPs consecutivos era la facilidad con la que podía liderar el cambio de defensa a ataque. Rápidamente, el griego se hacía con el rebote y, en tres o cuatro botes, ya estaba en el aro contrario, anotando a placer o bien sacando un 2+1 vital para los intereses de Milwaukee. Entre aquellos con más de 80 posesiones en total en transición en este curso, Joel Embiid es el tercer interior con mejor percentil (73,8), prácticamente empatado con Nikola Jokic (74,4) y muy cerca de Karl-Anthony Towns (80,8). 

El camerunés está produciendo 1,25 puntos por posesión en llegada con un 64,7% de porcentaje de tiro efectivo (eFG%), siendo uno de los que más 2+1 saca de toda la competición.

Esto se debe a la facilidad que tiene Embiid no solo para aguantar el contacto en las finalizaciones, sino por el control de su cuerpo y habilidad con el balón en las manos. Parece mentira que un jugador de sus características físicas pueda poner la bola en el suelo y regatear a todo el mundo sin cometer pérdida. 

De estos tres cortes, el último es el que mejor ilustra esto:

Inigualable en aclarados

Joel Embiid (Philadelphia 76ers)

El pasado 18 de enero, el entrenador personal Drew Hanlen publicaba un vídeo en su cuenta de Twitter en el que comparaba a través de diferentes cortes el juego y la técnica de Joel Embiid con Kobe Bryant y Michael Jordan. En esos clips se podía apreciar cómo el jugador de los Sixers replicaba como un calco los movimientos de las leyendas del pasado. El juego de pies, las fintas de espaldas al aro o los cambios entre las piernas... Todo era igual.


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Y no es para menos, pues la devoción y la ética de trabajo del camerunés han llegado a un punto casi obsesivo. El nivel de repeticiones le ha llevado a pulir hasta tal punto su técnica que remite a la de un manejador de primer nivel. El mejor ejemplo de esto se aprecia en cómo ha mejorado su capacidad de playmaking, elevando sus asistencias de media hasta 4,3, un incremento notable respecto a las 2,8 del curso anterior, reduciendo asimismo las pérdidas (2,9).

Sin embargo, el punto más relevante para apreciar el altísimo nivel al que se encuentra el camerunés y lo que hace de él un anotador aposicional es su pericia en el aclarado. No es solo su talento para producir al poste bajo, sino bajo todo tipo de situaciones.

Desde la cabecera...

De fuera adentro...

Solo DeMar DeRozan, James Harden, Kevin Durant y Shai Gilgeous-Alexander tienen un percentil superior a Embiid en acciones de aclarado. Y es que el jugador de Philadelphia está en el percentil 73 en isolations, produciendo 0,97 puntos por posesión, el mejor y único entre cualquier otra figura superior a los 2,13 de estatura. 

Mientras, en acciones al poste, solo LeBron James está por encima suyo en eficiencia, con la diferencia de que el jugador de los Lakers ha ejecutado 211 posesiones menos que Embiid, que produce 1,10 tantos por acción. El camerunés es el que más juega al poste bajo de la NBA -con diferencia- y el que más rédito saca en proporción al volumen.

No es extraño que la mejor versión individual de Embiid haya llegado con el tramo en el que más partidos ha jugado de manera continuada desde inicios de la 2018-2019, encadenando un total de 19 en donde viene produciendo 33,3 puntos, 10,7 rebotes, 4,3 asistencias con un 54,1% en tiros de campo y 37,5% en triples. Si existe una prueba de que las posiciones estancadas forman parte del pasado el camerunés es el mejor ejemplo. Y mientras las lesiones le respeten no tiene pinta de que su progresión vaya a frenar.

Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.

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