De haber seguido todo el curso normal de las cosas no habría ningún tipo de necesidad de plantearse qué es necesario para que los Brooklyn Nets mejoren su roster. Pero la realidad es muy distinta de las predicciones que se hicieron durante los meses de julio y agosto. Kyrie Irving decidió no vacunarse contra el COVID-19, James Harden no renovó como sí hizo Kevin Durant, Joe Harris se lesionó de gravedad en noviembre y tanto Paul Millsap como Blake Griffin apenas han aportado al equipo.
Lejos de hacer una lectura negativa de la situación de los neoyorquinos, el conjunto dirigido por Steve Nash ha sabido capear el temporal de un modo más que correcto. Pese a todos estos condicionantes, los Nets se mantienen en la lucha por el primer puesto del Este en una igualada batalla entre los seis primeros.
Aun así, con la fecha del final de traspasos en el horizonte es preciso preguntarse, ¿debería hacer algo Brooklyn? La respuesta, a continuación.
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Claves a tener en cuenta
Los Nets poseen tres excepciones de traspaso que podrían utilizar en este final de mercado. La más cuantiosa es de 11,5 millones, fruto del sign&trade de Spencer Dinwiddie a los Wizards, mientras que la segunda es de 6,3 millones, generada en el movimiento de DeAndre Jordan a los Pistons. Por último, una de 3,6 millones del canje de Sekou Doumbouya a Houston.
Estas tres excepciones han de ser utilizadas sabiamente pues podrían guardarse de cara al Draft o el mercado de Agentes Libres, ya que expirarán entre agosto y octubre, por lo que no deberían tener prisa.
La situación de Brooklyn a nivel salarial no es en absoluto sencilla. Los neoyorquinos están 35,3 millones de dólares por encima del impuesto de lujo y si decidieran usar cualquiera de estas excepciones de traspaso deberían incluir otro jugador o bien cortar uno para que los números salieran.
A nivel de activos de Draft, los Nets no disponen de mucho con lo que comerciar puesto que le deben sus primeras rondas de 2022, 2024 y 2026 a los Rockets y no es hasta 2028 cuando pueden comerciar con una primera sin protección. Además, Houston tiene el derecho de cambio de picks en 2023, 2025 y 2027. En ese sentido, los neoyorquinos podrían usar la segunda ronda de 2025 de Miami Heat que tienen en su poder, así como su propia segunda de 2026.
Por qué no deberían moverse
La existencia de un final del mercado de traspasos hace siempre incrementar la necesidad de moverse por miedo a no tener los activos suficientes como para competir al máximo. Sin embargo, Brooklyn tiene ciertas particularidades que deberían persuadirles de cometer un posible error en el deadline que pueda ser fatal a largo plazo para el proyecto.
El traspaso por James Harden dejó la situación salarial, de rondas y de activos muy limitada. Al fin y al cabo ese es el precio a pagar por hacerse con uno de los 15 mejores jugadores de la NBA y unirlo a otras dos estrellas asentadas. Por ello, la composición económica del plantel hace que no tengan apenas figuras por las que comerciar. Y de tenerlas, resultan tan imprescindibles que ninguna operación potencial mejoraría la situación.
Por otro lado, los jugadores que sí tendrían cierto mercado u opciones de salir, como es el caso de Blake Griffin y Bruce Brown, cuentan con la opción de vetar cualquier traspaso puesto porque firmaron un contrato de un año, como apuntó Bobby Marks de ESPN. Además, si tomasen la inesperada decisión de mover a Kyrie Irving, deberían pagarle un trade kicker del 15% (2,9 millones más), lo cual disuadiría a la gerencia dadas las circunstancias económicas.
Brooklyn está atado de pies y manos salarialmente y cualquier paso en falso podría condicionar su futuro, más con los rumores de que Harden podría no renovar en el próximo mercado de agentes libres.
Por qué sí deberían moverse
Si hay un jugador que tiene opciones de salir más pronto que tarde de los Nets, ese es Paul Millsap. El veterano lleva apartado de la dinámica del equipo desde el pasado 13 de enero y su participación con el equipo ha sido más bien testimonial. Millsap eligió a Brooklyn por delante de otros conjuntos como los Bulls en un intento de volver a sentirse útil y con opciones de ganar un campeonato, pero la realidad ha superados sus expectativas.
Ahora mismo el jugador está a la espera de ser traspasado o cortado, por lo que Brooklyn podría tratar de utilizar su excepción de traspaso para asumir a otra figura que sí les aportase algo en el corto plazo.
La principal carencia de los Nets está en el juego interior. Si bien LaMarcus Aldridge y Nicolas Claxton han realizado un papel más que positivo en Fase Regular, en Playoffs la cosa será distinta y necesitarán más ayuda en esa posición. Brooklyn es uno de los equipos que peor porcentaje de rebote defensivo posee de toda la NBA y concede un alto volumen de puntos en la pintura por cada 100 posesiones, razón de más para reforzar su juego interior.
Encontrar interiores que cobren poco, tengan experiencia y puedan ser traspasados a los Nets no es tarea fácil. ¿A quiénes deberían atender? Serge Ibaka (9,7M), Derrick Favors (9,7M), Cody Zeller (2,3M), Willy Hernangómez (2,3M) o Mitchell Robinson (1,8M). No obstante, ninguna operación en este sentido será fácil ni puede que se materialice finalmente.
No obstante, el verdadero mercado para los de Steve Nash se abrirá cuando acabe el deadline y se produzcan algunos cortes como siempre ocurre. Veteranos en busca de un anillo como puedan ser Thaddeus Young, Gary Harris o Tristan Thompson, sin ir más lejos.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.
