Dar los primeros pasos en la NBA sin destacar como anotador no es una tarea sencilla. Lo que se espera de los novatos es que aporten, y que lo hagan de la manera más rápida, evidente y tangible a la hora de medir su impacto como es el ataque. En el siempre impredecible apartado defensivo intervienen infinidad de factores, los cuales pueden dar al traste con un posicionamiento perfecto o una toma de decisiones adecuadas, y todo lo contrario, premiando una mala defensa por el simple desacierto del oponente. Usman Garuba se labró su camino hacia la mejor liga del mundo de un modo poco habitual entre los proyectos jóvenes surgidos de Europa. El castellano-manchego lo hizo de la mano de una serie de aptitudes defensivas que le elevaron hasta codearse con la élite del Viejo continente.
Inmerso en un entorno que favorecía que fuese teniendo más y más oportunidades, cada vez de mayor nivel, permitió al ex del Real Madrid aprender de los mejores y junto a los mejores, cerrando la pasada temporada llevándose el premio Rising Star de la Euroliga, así como entrando en el Mejor quinteto joven de la Liga Endesa.
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Es por ello que su proceso de adaptación a la NBA está llamado a ser mucho más lento y largo que el de otros jóvenes europeos, más centrados en la aportación ofensiva o que por sus condiciones físicas están en disposición de ocupar un rol muy claro. El perfil de Garuba está más cerca de ser un tweener, un jugador que no termina de encajar en una posición concreta, pudiendo desempeñar varias, algo ideal para el baloncesto actual, pero que todavía requerirá un tiempo para encontrar el punto óptimo en el que pueda ser más útil para los Rockets.
En ese sentido, sus pequeñas incursiones a través de rotaciones en momentos concretos de los partidos, la mayor parte con el marcador decidido, abren un enorme abanico de posibilidades para el ex del Madrid. En este tipo de momentos la defensa no suele ser un factor a tener en cuenta, lo cual le permite imponer sus aptitudes y capacidades así como destacarse dentro del propio quinteto del equipo. Y eso es precisamente lo que Garuba realizó en el último compromiso de Houston ante los Denver Nuggets en donde el español disputó casi 13 minutos en la derrota por 124 a 111 y donde dejó detalles a tener en cuenta por parte de Stephen Silas.
Las diferentes circunstancias que marcaron aquel duelo hicieron posible que el ala-pívot tuviese una rotación mayor en cuanto a minutos, pudiendo medirse directamente con algunos de los principales nombres de los Nuggets, entre ellos Aaron Gordon, Will Barton o Facundo Campazzo. En el tiempo que estuvo en cancha logró el segundo mayor diferencial de +/- de los Rockets con un +13, lo que trasladado al contexto de las estadísticas avanzadas supone un BPM de +5,9. Por otro lado, con Garuba en cancha el ratio defensivo de Houston bajó a 110,6, el mejor de la plantilla. Si bien estas métricas no son individuales, sirven para poner en contexto que el español está dejando muy buenas sensaciones y resultados en el apartado defensivo con los texanos.
Sobre el papel, el duelo del nativo de Azuqueca de Henares no fue muy llamativo, con 2 puntos, 4 rebotes y 2 robos, pero lo destacable fue lo que aconteció entre las cuatro líneas del campo, imprimiendo un alto nivel de intensidad al juego en el apartado defensivo que ayudó a los Rockets a terminar con buenas sensaciones pese a la derrota. Constantemente, Garuba estaba pendiente de cada ayuda, de cada rotación o de cómo gestionar un cambio defensivo, algo característico del sistema de Houston.
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En definitiva, el desempeño del pick 23 del pasado Draft frente a Denver fue una demostración de lo que es capaz cuando tiene la oportunidad, una señal de que con paciencia y una rotación fija podría llegar a mantener en el tiempo.
Echemos un vistazo a un par de ejemplos:
En este primero se queda emparejado con Austin Rivers, un tipo experimentado y, a priori, más rápido que Garuba. En el mismo momento que el base de Nuggets trata de dividir al aro, el madrileño detecta y anticipa su movimiento para inducirle a que pierda la bola y así convertir un mismatch en una opción de transición ofensiva para los Rockets.
En la segunda acción decide realizar una siempre peligrosa ayuda lateral en lado fuerte ante la división de Davon Reed. Una decisión más que acertada, ya que en el momento de su intervención su emparejamiento no estaba en ángulo de pase para un potencial triple, por lo que las posibilidades de que le castigasen por eso eran mínimas. Ante la inercia del jugador de los Nuggets en su camino al aro, Garuba toca el balón lo suficiente como para volver a forzar una pérdida y correr abiertos.
Tanto en robos como especialmente en deflections (desvíos) cada 36 minutos Garuba ocupa una posición de relevancia entre los novatos. El español es el que más recuperaciones por 36 minutos logra con 2,2 mientras que en desvíos es el tercero con 3,6, a tan solo una décima de los dos primeros clasificados. Un reflejo de que pese a promediar 7,1 minutos puede y sabe impactar de un modo notable en el apartado que más destaca de su perfil. Todo esto le está llevando al jugador castellano-manchego a firmar un DFG% de 44,7%, uno de los mejores entre los debutantes.
De hecho, poniendo el énfasis en las acciones defensivas en las que interviene directamente como es el caso de los aclarados, el español está siendo uno de los mejores pese a su bajo volumen. En lo que llevamos de curso Garuba ha permitido tan solo 0,63 puntos por posesión en situaciones de isolation según InStat, la acción que más ha acostumbrado a defender en esta campaña, representando el 20% del total. Sin ir más lejos, Cade Cunningham, número 1 del pasado Draft, puede dar buena cuenta de cómo condiciona tener al ex del Real Madrid en frente en una acción:
O Jaylen Nowell de los Timberwolves...
El camino del desarrollo y el afianzamiento para Usman Garuba en su primera experiencia en la NBA ha de venir de la mano de su mejor versión defensiva. Si hay una franquicia que prime las estadísticas avanzadas y valore en su justa medida el impacto que no siempre reflejan los boxscores esos son los Rockets, pioneros en ese sentido. El español deberá aguardar su oportunidad, pero dado el contexto de Houston y la dinámica en la que se encuentran esta llegará en un futuro próximo, mientras tocará seguir rindiendo bajo el radar.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.
