Hasta que suena la bocina el partido no concluye, y más vale que un equipo haya conseguido asegurarse una cierta renta pues en los últimos instantes todo es posible. La noche parecía tener un guion muy distinto al que finalmente se dio para los Golden State Warriors. Sin Stephen Curry, Draymond Green, Klay Thompson, Andre Iguodala y Andrew Wiggins, la victoria de los San Antonio Spurs era algo más que posible, especialmente teniendo en cuenta que jugaban en casa. Y durante 46 minutos prácticamente los texanos tuvieron la victoria asegurada, pero los californianos tenían la suerte de su lado y Jordan Poole se encargó de cambiar el destino.
En una jugada absolutamente rocambolesca en la que el que el balón cambió de manos unas cinco veces con poco más de 22 segundos para la conclusión, el juego quiso encontrar a Poole completamente solo y liberado en una esquina tras la marabunta de cuerpos apilados sobre el parqué. Damion Lee logró hacerse con la bola para dársela con un marcador adverso de -1 y el joven escolta no perdonó. Los Warriors tomaron una ventaja que acabó siendo decisiva para al victoria por 124 a 120 sobre los Spurs.
La acción no tiene precio:
San Antonio llegó a disponer de 17 puntos de ventaja al borde del tercer tiempo, una distancia más que merecida y fruto del fantástico trabajo ofensivo que realizó Dejounte Murray, que se quedó a las puertas de otro triple-doble. El base estuvo espléndido y de sus manos salieron lo que parecieron los puntos de la victoria, al anotar una suspensión de media distancia tras una gran defensa de Jonathan Kuminga, pero no fue así finalmente. Pese a esto, Murray concluyó con 27 tantos, 9 rebotes, 9 asistencias y un 57,1% de acierto en tiros de campo.
La victoria de los Warriors fue una prueba de que la clave de este equipo reside no en sus estrellas sino en sus secundarios, los cuales han asumido a la perfección su rol y el sistema colectivo que tanto busca Steve Kerr. A nivel defensivo los californianos estuvieron impecables, sobre todo la conjunción Gary Payton II y Kuminga, que fueron vitales en la consecución del parcial de 35 a 19 en el último cuarto. Un Kuminga que firmó una gran noche con 19 tantos con un 53,3% de precisión.
No obstante, el nombre del partido fue Jordan Poole, autor de 31 puntos, cinco de ellos prácticamente seguidos en el clutch, a quien solo le faltó estar más acertado de cara a canasta, pero que apareció en el momento justo. Su 9 de 24 en tiros de campo no hace justicia al trabajo que realizó en los 34 minutos que estuvo sobre el parqué. Una demostración de que pese a las bajas Golden State es un enemigo peligroso y que tiene armas defensivas más que suficientes para plantar cara a cualquiera.
Un duelo en el que el mexicano Juan Toscano fue importante con 6 tantos, 3 rebotes y 7 asistencias.
Con este triunfo los Warriors suman ya siete victorias consecutivas que les permiten recuperar terreno tras el mal inicio de 2022 que tuvieron. Ahora viajarán de vuelta a casa para recibir a los Kings antes de una gira fuera de casa.
Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.