Devin Booker marcó el camino de la 11ª victoria seguida de Phoenix Suns: Brooklyn Nets, los vencidos

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¿Y si los Phoenix Suns no saben perder? Pasan los partidos, se suceden las jornadas y mientras el resto de la NBA lidia con fases negativas o momentos no muy buenos, los de Monty Williams no hacen más que ganar encuentros. El último contra los Brooklyn Nets por 122 a 111 en una exhibición de lo que signfica el estilo del equipo de Arizona y donde Devin Booker fue el astro que más brilló. Una noche para celebrar pues con esta ya son 11 las victorias seguidas que atesoran los Suns que miran desde lo alto al Oeste y lanzan un pulso a la competición en general.

Un triunfo en el que Phoenix siempre tuvo todo bajo control, permitiendo que los Nets se acercasen para que así sus mejores jugadores descansasen y fueran otros quienes rejuveneciesen la rotación. Los neoyorquinos estuvieron cerca en algunos tramos, pero tan pronto como Booker o Chris Paul querían, la distancia se ampliaba considerablemente. 


 

Tal fue así el caso que, en un abrir y cerrar de ojos todas las piezas encajaron. Mikal Bridges dio un paso más adelante en defensa, Chris Paul comezó a hacer que todos se moviesen y Devin Booker no erró en sus tiros, haciendo posible el triunfo por todo lo alto sobre unos Nets a los que les faltó contenido.

Booker se fue hasta los 35 puntos en una auténtica demostración de su potencial anotador, encajando un 13 de 23 en tiros de campo (56,5%) además de 6 rebotes y 2 asistencias que fueron vitales para hacer de Phoenix ganador. El escolta anotó de todas las formas y maneras posibles. Sobre bote, en transición, en estático, desde la larga y media distancia. Un huracán que los Nets no encontraron manera de parar.

De igual modo que un CP3 que volvió a ser el asesino silencioso al producir sin apenas hacer ruido, algo vital para hacer funcionar al equipo, terminando con 20 tantos, 14 asistencias y tan solo 2 pérdidas. Junto a estos dos Mikal Bridges con 27 puntos, 8 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones fue el catalizador del juego de los Suns, viviendo de la media distancia y sus movimientos sin balón.


Por parte de los Nets, la excelencia de Kyrie Irving con la bola fue insuficiente, pues no encontró continuidad entre sus compañeros. Sí, se fue hasta los 26 puntos en 10 de 20 tiros de campo, incluyendo una serie de 4 de 4 para abrir el último asalto, pero Harden se desvaneció justo en el cierre. La Barba había sido hasta el último cuarto el alma de Brooklyn, anotando y creando juego constantemente, pero algo falló en el final, bajando considerablemente sus porcentajes al penetrar constantemente. El MVP de 2018 concluyó como el segundo máximo anotador con 22 tantos pero con un 31,6% de acierto y añadiendo 10 asistencias.

Esta es la quinta derrota seguida de unos Nets que se alejan de la cabeza del Este mientras esperan la vuelta de Kevin Durant.

  Primer cuarto Segundo cuarto Tercer cuarto Último cuarto Total
Phoenix Suns 39 26 25 30 111
Brooklyn Nets 29 29 24 29 122

Primer cuarto

Devin Booker comenzó con ganas de demostrar que está listo para este tipo de partidos conectando 7 de los primeros 12 puntos de Phoenix. No solo eso, sino ampliando notablemente su rango con tiros como estos:


Con el objetivo de evitar que los de Arizona tomasen rápido una ventaja diferencial, Harden e Irving imprimieron desde el arranque un ritmo frenético al juego. Posesiones cortas, mucha presencia del juego sorbe bote, así se explica que arrancasen con un 4 de 4 en tiros de campo, y es que cuando ambos manejadores están juntos son un arma imbatible en ataque.

Pero claro, Phoenix no se iba a quedar mirando cómo Brooklyn disfrutaba de acierto y pronto comenzó a elevar la presión defensiva sobre los manejadores de los Nets. Rápidamente los de Williams les forzaron a cometer pérdidas, sumando cuatro en los primeros seis minutos que frenaron esa fluidez ofensiva que Harden e Irving habían creado.

Mientras, Ayton hacía cosas así en su regreso:


Fue la defensa lo que acabó dando alas a los Suns, que no solo mantuvieron su solidez inicial, sino que conforme el banquillo fue moviéndose marcaron aún más las diferencias. Todo ello mientras continuaban anotando de la mano de un Booker que cerró el primer asalto con 14 puntos en 6 de 7 lanzamientos. Así, los locales lograron abrir una brecha de 39 a 29 en el primer cuarto.

Segundo cuarto

Lo mejor de que Kyrie Irving pueda jugar en los partidos de visitante es que se pueda ver de nuevo acciones tan complejas y llenas de creatividad como estas. El base es especial.

Una demostración individual que dio alas a los Nets, pues a partir de ese momento endosaron un parcial a sus rivales que les metió de lleno en la batalla por el marcador. Un impulso fruto de la facilidad con la que James Harden fue castigando el sistema de cambios de Phoenix, percutando sobre el uno contra uno y repartiendo juego desde el bote. 

Un Harden absolutamente inspirado que encontró su mejor versión a su vuelta, deleitando con triples en stepback para mantener a Brooklyn en plena lucha.


Mientras, Chris Paul asumía su función de líder para los Suns con una nueva demostración de lo que es capaz de hacer sin ni siquiera anotar. En un abrir y cerrar de ojos, el base ya sumaba 9 asistencias sin haber llegado al descanso.

Uno de los principales beneficiados del altruismo de Paul fue Mikal Bridges, que disfrutó de buenas oportunidades para atacar de fuera adentro y lanzar desde la media distancia, un espacio donde es de los más certeros. Aunque, de nuevo, fuese el base quien le robase el protagonismo en la acción final del cuarto, al lograr una canasta sobre la bocina magnífica para poner el 65 a 58 al descanso.


Tercer cuarto

El particular "pique" entre Harden y Paul continuó en la segunda mitad, enfrentándose ambos en una encarnizada lucha por imponer sus deseos sobre el parqué. A cada minuto que pasaba Brooklyn parecía estar más cómodo bajo la dirección de La Barba, algo vital para descargar a Irving y Mills de sus marcas para encontrar lanzamientos abiertos o bien aclarados propicios, algo que les impulsó a tomar ventaja por primera vez desde el arranque.


La reacción de Phoenix tardó un cierto tiempo en llegar y lo hizo desde la defensa, con un tapón tremendo de JaVale McGee. A partir de ese momento los Suns fueron sumando mejores opciones en ataque, abriéndose el campo y aprovechando las grietas de sus rivales.


Un cuarto igualado, con jugadas de ida y vuelta y una constante respuesta por parte de los dos conjuntos donde los de Monty Williams acabaron saliendo bien parados tras un último minuto muy positivo de Devin Booker que puso el 91 a 82.

Último cuarto

Cada oportunidad que Irving tuvo de demostrar ante todo el mundo qué tipo de jugador sigue siendo fue una prueba de lo brillante que puede ser con un balón en las manos. El base hizo muchísimo daño desde los codos como creador en situaciones de aclarado, algo para los que los Suns no tuvieron respuesta más allá de esperar al error de este.


Un parcial de salida de 10-4 de los hombres de Steve Nash cambió radicalmente el ritmo del partido y la tendencia que había seguido hasta el momento, poniendo contra las cuerdas a unos Suns que de repente perdieron toda la ventaja ganada hasta el momento.

Y la reacción no tardó en llegar, de nuevo de la mano de McGee.


Pronto sería Chris Paul quien le seguiría con un pase de videojuego.


En plena explosión ofensiva y ahondando en la incapacidad de Brooklyn para frenar de modo alguno el ataque de los Suns, estos pusieron la directa hacia su 11ª victoria consecutiva, una cimentada alrededor del acierto de Booker y Bridges bajo la atenta dirección de Chris Paul.


Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.

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