Miami Heat, o cómo sobrevivir sin sus estrellas y liderar el Este

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heat, lowry

Si algo dejó claro la primera semana de competición es que Miami Heat era un equipo orquestado para luchar por el campeonato. Aunque con una muestra diminuta a nivel numérico, los de Erik Spoelstra probaron que tenían el personal adecuado para llevar la batuta en el transcurso de un partido, imponiendo su estilo y forzando al oponente a adaptarse del modo que fuese. Aunque su estilo ofensivo era muy marcado, con sistemas muy claros y un espaciado depurado, Miami sabía dejar de lado eso para centrarse en lo importante: ganar.

Y eso es precisamente lo que han estado haciendo desde el momento en el que las bajas comenzaron a afectar a los de Florida. El nivel competitivo de Miami Heat ha sido altísimo durante lo que llevamos de Fase Regular. Algo no ha sido en absoluto fácil. Si bien todos los equipos se han visto afectados por bajas de todo tipo, tanto de protocolo como por lesión, pero los de Spoelstra han tenido que exprimir al máximo su roster para seguir a flote. Algo que, lejos de hundirles, no ha hecho sino hacerles crecer todavía más.

El primero en caer fue Markieff Morris por una lesión en el cuello fruto de su altercado ante los Denver Nuggets a comienzos de noviembre, no jugando desde entonces. Pocos días después vendría una baja sustancial como la de Jimmy Butler, encadenando lesiones en el tobillo derecho y coxis, y estando ausente en 11 partidos. A continuación vendría la ausencia de Bam Adebayo, que se lesionó el pulgar de la mano derecha, perdiéndose los siguientes 23 encuentros.

En definitiva, Miami no ha tenido a su rotación al completo desde el pasado 8 de noviembre y, aun así, los de Spoelstra no solo se han mantenido competitivos, sino que ahora mismo lideran la Conferencia Este. ¿Cómo ha sido posible? Lo analizamos.

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Almirante Lowry

Heat guard Kyle Lowry

El principal responsable de que Miami Heat se haya consolidado en la parte alta de la tabla es un viejo conocido del Este como Kyle Lowry. El trabajo del veterano base ha sido vital en todo este tiempo, sosteniendo al equipo e impulsando a que actores menos principales pudieran dar el paso adelante necesario para sumar victoria tras victoria.

Lo que más hay que destacar en el caso del jugador de 35 años es que su impacto no salta a la vista cuando se revisan sus estadísticas tradicionales, promediando 13,4 puntos con un 41,3% de efectividad, su anotación más baja desde que estaba en los Rockets en 2011. Sin embargo, Lowry está sabiendo cómo ser imprescindible para Miami Heat a base de ser un líder y un director de juego, quizás más que en toda su carrera anterior.

El nativo de Philadelphia ha elevado su media de asistencias hasta las 8,3, el segundo dato más alto de su trayectoria desde la 2018-2019. Algo curioso, pues en aquella temporada Lowry tuvo que cargar con los Raptors a los hombros por las constantes ausencias de Kawhi Leonard, pudiendo este rendir al máximo en los Playoffs. 

Únicamente Doncic, Murray, Young, Harden y Paul están generando más puntos a través de asistencia que Lowry (21,5), su registro individual más alto de toda su trayectoria, lo cual refleja cómo de importante está siendo para Miami. Con el base en pista las opciones de conseguir canastas fáciles aumentan notablemente, siendo notables sus pases de entrada para armar el contraataque, elevando el ritmo de una manera endiablada con secuencias como estas:

Aunque, como siempre, lo más importante es aquello que apenas se ve, los detalles que marcan la diferencia. En esta acción, Lowry va dirigiendo a Max Strus para que pueda conseguir una posición de tiro propicia. El base lee que en la llegada se ha quedado con Sabonis, mucho más lento, razón por la cual ejecuta un bloqueo y apertura para el triple que pilla desprevenido al lituano. ¿Resultado? Triple liberado.

Una estadística que sirve para ilustrar el impacto de Lowry en Miami es el WAR (Wins Above Replacement), es decir, cuántas victorias obtendría un equipo al juntar a esa figura en concreto con otros cuatro jugadores de nivel promedio. Dentro de esta métrica, el base de la franquicia de Florida ocupa el 19º lugar dentro del global de toda la NBA con un +4,3. Para que nos hagamos una idea, mejor que James Harden, DeMar DeRozan, Donovan Mitchell o Devin Booker.

Secundarios al rescate

Dedmon Miami

Pero de un hombre no vive todo un equipo, menos cuando se trata de Miami Heat, una entidad asentada y que se ha mantenido firme en base a unos principios desde que Erik Spoelstra tomase el mando bajo la dirección de Pat Riley.

Los de Florida han exprimido al máximo un banquillo que, por nombres, no debería haber sido capaz de lograr ganar el 65,3% de sus encuentros desde que dejaron de contar con Adebayo y Butler al mismo tiempo (1 de diciembre). En ese lapso de 26 partidos se han asentado como el sexto mejor conjunto de toda la NBA con un +4,1 de net rating, amparados en un ataque de pura élite (113,5).

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Un impulso fruto de nombres tan desconocidos para el gran público como Max Strus, Dewayne Dedmon, Omer Yurtseven, Caleb Martin o Gabe Vincent, pero que sin ellos Miami no habría logrado estar en la posición que ocupa ahora. 

Desde el inicio de diciembre entre las cinco mejores alineaciones del equipo siempre ha habido al menos uno de los nombres antes mencionados, siendo la más utilizada una combinación de Lowry, Tucker, Dedmon, Robinson y Vincent, para un +26,7 de net rating.

Lo llamativo de los secundarios de Miami y lo que hace aun más reseñable el gran rendimiento que vienen teniendo es que ninguno de ellos fue elegido en el Draft, siendo todos undrafted, lo que unido a figuras como Duncan Robinson y al mítico Udonis Haslem hace de Miami Heat un equipo forjado a base de trabajo, confianza y desarrollo. Lo inusual de este caso sirve para poner en valor la gran labor de la gerencia como evaluadora de talento, independientemente de su origen, así como del cuerpo técnico a la hora de exprimir sus virtudes al máximo.

Con todos sanos: un peligro constante

Miami Heat big 3

Los regresos de Adebayo y Butler han coincidido con la baja de Lowry por cuestiones personales, pero no ha impedido a Miami Heat bajar en absoluto su nivel competitivo. De hecho, desde que el interior se reincorporase, han conseguido tres victorias en cuatro encuentros disputados, venciendo a Hawks, Raptors y Lakers por el camino.

Cuesta poco imaginar de lo que serán capaces los dirigidos por Erik Spoelstra en el momento en el que el base se reincorpore, así como Markieff Morris, alguien clave para la segunda unidad por su versatilidad atrás y buena mano desde la larga distancia.

Pero no solo eso, sino que como consecuencia derivada de las bajas no estamos pudiendo ver la versión más efectiva de Duncan Robinson, que al ver reducidas las amenazas en el plantel ha recibido más presión del rival, bajando sus porcentajes al 35,8%, el más bajo desde que se asentase en la NBA. Mientras que Tyler Herro ha vuelto a una forma más "terrenal" por las mismas circunstancias, descendiendo sus porcentajes al 40,6% en tiros de campo, algo que, probablemente, mejore conforme todo el mundo vuelva.

Pese a todos los problemas mencionados, la alineación más usada en esta campaña sigue siendo la compuesta por Lowry, Butler, Robinson, Tucker y Adebayo con un 8,6 de net rating, siendo la novena mejor de toda la NBA. Y eso que no juega desde noviembre.

Si hay que seguir a un equipo en lo que resta de temporada ese es Miami Heat, un conjunto sólido y diseñado para los Playoffs que competirá y luchará por ganar bajo cualquier circunstancia.

Las opiniones aquí expresadas no representan necesariamente a la NBA o a sus organizaciones.

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